Escuelas iluminadas
Hace unos días en pleno periodo vacacional el Secretario de Educación Aurelio Nuño anunció la firma del Convenio Marco CFE-SEP; en la que aseguro que “El 100% de las escuelas en el país van a contar con energía eléctrica” acentuando su propuesta en los sueños y principios revolucionarios de Álvaro Obregón, José Vasconcelos y Torres Bodet, como si fuese un logro y no un requerimiento para poder brindar un servicio educativo. Antes de establecer una reforma educativa, en la que se demanda el uso de la tecnología, el desarrollo de competencias, la idoneidad de los docentes y la calidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje; es necesario revisar el artículo 3ro constitucional en el que se establece la obligación del Estado de garantizar la calidad en la educación obligatoria de manera que los materiales y métodos educativos, la organización escolar y la infraestructura educativa deben de responder al máximo logro de aprendizaje de los educandos; en este sentido cómo es posible que se manifieste un convenio para cubrir al 100% de energía eléctrica a las escuelas, cuando la constitución, manifiesta que para brindar una educación de calidad es necesaria la infraestructura educativa en la que se comprende aquellos servicios y espacios que permiten el desarrollo de las tareas educativas.
Pedagógicamente se considera que las características de la infraestructura física en las escuelas son esenciales para contribuir en los ambientes de aprendizaje y con ello propiciar el funcionamiento de la misma como una plataforma para ofertar los servicios educativos que la sociedad demanda; en dicho anunció el secretario de educación refirió que el 10.4% de las escuelas no cuentan con energía eléctrica, en este sentido si las escuelas no tiene electricidad ¿será por qué las comunidades aún no cuentan con el suministro?; en el documento Agenda e Incidencia de la Industria de la construcción en México con datos del 2011 se menciona que el 1.77% de los hogares en el país, es decir aproximadamente un millón 800 mil personas, no cuentan con electricidad en su vivienda, se podría pensar que solo son aquellas comunidades alejadas de la urbanidad, sin embargo los datos muestran la falta de la misma en las 32 entidades, acentuándose en los estados de Guerrero y Oaxaca.
Lo que queda claro, es que si en un futuro se cumple con la cobertura de la energía eléctrica en las escuelas, al igual se estará considerando a las comunidades, a menos de que solo se suministre a las instituciones y la población quede sin servicio, así mismo habrá que preguntarse ¿quién o quiénes pagaran el suministro de la misma?, cuando los recursos asignados a las escuelas están destinados a otras acciones y los ingresos autogenerados son insuficientes para el mantenimiento de los inmuebles ¿acaso la SEP estableció un convenio el pago de la misma? o será que los docentes tendrán que iluminar su pensamiento para subsidiar los gastos que se generen.
Los espacios educativos con los servicios básicos (agua, luz y drenaje) son una condición necesaria, no un sueño de 100 años hecho realidad en la llamada educación de calidad.
Referencias
Construcción, C. M. (03 de Abril de 2016). Camara Mexicana de la Industria de la Construcción. Obtenido de CMIC: http://www.cmic.org/agendaindustria/AGENDA%20ELECTRICIDAD.pdf
Educativa, I. N. (03 de Abril de 2016). Instituto Nacional de Evaluación Educativa . Obtenido de INEE: http://publicaciones.inee.edu.mx/buscadorPub/P1/D/232/P1D232_08E08.pdf