35 años formando docentes en preescolar
En algún momento cuando me invitaron trabajar en la formación de docentes para el nivel preescolar, me pregunte sobre el sentido, compromiso y responsabilidad que genera ser parte de la trayectoria de un docente novel en el nivel preescolar, y por lo tanto ser coparticipe del recorrido histórico de una institución encargada de realizar tan compleja tarea durante 35 años. El estar situado en la comunidad normalista me permitió atreverme a realizar un acercamiento cronológico con la intención de reconocer las características que han dado pauta a diversos modelos pedagógicos en la formación de docentes de educación preescolar.
Fue el 1.º de octubre de 1980, cuando la Escuela Normal de Tecámac inicia la historia de la única escuela pública formadora de docentes en Educación Preescolar, ubicada en la cabecera municipal de Tecámac sobre un prado establecido a las orillas de la carretera federal México-Pachuca, en sus inicios conocida como la No. 10 respecto al número total de 36 Escuelas Normales del Estado de México. En el año de 1985 egresa la primera generación de educadoras, con un plan de estudios de cinco años, en el que el referente de una educadora es el carácter técnico y el cual se podía cursar al terminar la secundaria; en el mismo año surge la Licenciatura en Educación Preescolar, para ese entonces las Escuelas Normales son registradas como Instituciones de Educación Superior, (mención que hasta el momento se cuestiona, dadas las condiciones por la que atraviesa el normalismo en nuestro país).
Al finalizar el ciclo escolar de 1989 egresa la primera generación de la licenciadas en Educación Preescolar, de acuerdo con los rasgos de perfil de egreso se ideaba un docente crítico, analítico y reflexivo, en el que se resaltaba la superación profesional del magisterio vinculando la formación con la práctica docente, así como el desarrollo de la investigación educativa; aspecto trascendental para el municipio al considerar que era la única institución de educación superior para atender a la población de la región, para el año 1999 se establece un nuevo plan de estudios el cual se recupera del plan anterior formar docentes críticos, reflexivos, involucrando el desarrollo de competencias a partir de la teoría y la práctica docente.
De acuerdo con las recomendaciones de los organizamos internacionales para la formación de docentes en nuestro país, en el año 2012 se establece el nuevo plan que el egresado será capaz de realizar al término del programa educativo y señala los conocimientos, habilidades, actitudes y valores involucrados en los desempeños propios de su profesión lo cual comprende las competencias genéricas y las profesionales, de acuerdo con las necesidades de una educación basada en competencias. La reforma a la educación básica declarada en el 2013, posibilita la creación de una reforma para la formación de docentes de acuerdo con las políticas internacionales, lo cual implica hasta el momento que la información sea efímera y surge el llamado mito urbano como una dimensión paralela al desconocimiento, en un plano de incertidumbre lo que hace verosímil lo improbable.
Ante el mito urbano el deseo colectivo, se convierte en esperanza, en una premonición; que por el momento es efímero ante la festividad de nuestros 35 años formando docentes.