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Evaluación docente, ¿capacidad o calidad?

Ante la incertidumbre que generó en los docentes de educación básica y media superior la publicación de resultados de la evaluación al desempeño docente; la SEP anunció que de los 134 mil 140 profesores evaluados en 2015, poco más de mitad el 51.5%, obtuvieron resultados deficientes de desempeño, por lo que necesitan mejorar su práctica docente, mientras que el 48.5% restante se ubican en el rango entre excelente, destacado y bueno; lo que revela según la SEP es que la mitad se encuentra en condiciones para ser docentes, y el resto necesita mejorar su práctica; ¿qué no todos necesitamos capacitación? habrá que reconsiderar, sí es que, el resultado de una evaluación determina el grado capacidad o el nivel de calidad satisface la necesidad por la que fue creada la reforma educativa; en este sentido será que con el haber cumplido con el proceso administrativo en la entrega de un informe por parte de la dirección escolar, un expediente electrónico del quehacer en aula, contestar asertivamente un examen estandarizado y hacer la entrega de una planeación argumentada, se es un docente capacitado y puede brindar una educación de calidad.


No minimizo el esfuerzo de los compañeros docentes que obtuvieron resultados favorables e incluso son una muestra de perseverancia y tenacidad al dar respuesta ante la idea de educación de calidad emprendida por una reforma educativa; pero no es lo mismo educación de calidad, que capacidad docente, Para Paquay (2006), el profesional docente es aquél que “…es un practicante que mediante largos estudios ha adquirido la capacidad de realizar actos intelectuales no rutinarios, de manera autónoma y responsable, los cuales están orientados a la consecución de determinados objetivos en la situación compleja”, si la evaluación docente se configura como un acto rutinario, lejos se encuentra de ser responsable, ni mucho menos intelectual, es decir se reduce a mostrar resultados numéricos cuyo objetivo es evidenciar y la intención de mejorar la educación pierde claridad.


El docente es aquél, que es capaz de movilizar sus saberes, actitudes y aptitudes en el desempeño de su campo laboral y que continuamente revisa su actuación para mejorar su labor docente, no precisamente en una evaluación estandarizada.

Referencias

Leopold, P. (2006). La formación profesional del maestro: Estrategias y Competencias . Barcelona : Fondo de Cultura Económica.





Voces Normalistas

 
La transformación del contexto educativo
 
"Los educandos en la actualidad son supeditados a los medios de información y comunicación, se comportan como  un  simple espectador, sometidos al medio de  dominación de masas."
 

Educación Futura

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