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¡Se tiene que evaluar todo!

El concepto de evaluación se plantea en la última década, como una tema de controversia de acuerdo con el grado de aplicabilidad (se evalúan los medios y las formas de convivir en la escuela, la casa, la sociedad, la política, etc.) al que se hace referencia, a partir de una acción o como consecuencia de planeado y lo realizado, es un verbo cuya etimología se remonta al francés évaluer y que permite indicar, valorar, establecer o apreciar a partir de un grado de interpretación. En los años 20´s del siglo pasado aproximadamente, la palabra evaluación como la conocemos, se planteaba de manera intencional, es decir, se limitaba propiamente al rendimiento escolar basado en las aptitudes de los estudiantes como objetivo específico.


A mitad del siglo XX se destacó la idea de evaluar a partir del desarrollo de diversos modelos en los que se incorporaron varios enfoques, pero ante todos sobresale el empírico-positivista, el cual predomino por la recogida de datos a partir de instrumentos como el cuestionario, el test, así como el análisis estadístico con la finalidad de establecer una posible respuesta a lo que hoy conocemos como procedimientos estandarizados de evaluación en específico a la educación (PISA, ENLACE, PLANEA) para la toma decisiones de acuerdo con las políticas de la OCDE e incluso se considera una herramienta para garantizar el cumplimiento del derecho a la educación establecido en el informe del INEE en el 2014.


Los diversos enfoques a través del tiempo han posibilitado que la perspectiva de la evaluación que se adopta, corresponde al contexto político que le da sentido y existencia; de tal forma que lo metodológico, técnico o instrumental no es ajeno a la función que se le otorga a la evaluación; se puede decir que para definir el término evaluación en la época contemporánea habrá que posicionarse ideológicamente sobre el papel que representa la educación como política educativa y el sentido epistemológico con el que se establece; Cronbach señala que “una teoría de evaluación debe ser tanto una teoría de la interacción política, como una teoría del modo de construir conocimiento” en este sentido los aspectos metodológicos y técnicos de la evaluación no son, ni pueden ser independientes de lo que se está enseñando, ¡se tiene que evaluar todo!

Será que la coherencia en la evaluación requiere, no solo de instrumentos estandarizados, sino de aspectos valorativos a partir de la realidad educativa, las condiciones sociales y la complejidad del aprendizaje.



Voces Normalistas

 
La transformación del contexto educativo
 
"Los educandos en la actualidad son supeditados a los medios de información y comunicación, se comportan como  un  simple espectador, sometidos al medio de  dominación de masas."
 

Educación Futura

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