La educación, un malestar social

Vivimos un proceso de transformación sobre los procesos de enseñanza en la conocida sociedad de la información; lo cual exige al sistema educativo la rendición de cuentas sobre las acciones que demuestren los avances para alcanzar una calidad educativa, de acuerdo a las necesidades del contexto no solo puede reducirse a los estándares internacionales, bajo el cumplimiento de los programas educativos, las pruebas estandarizadas, las políticas internacionales y el uso de las herramientas tecnológicas en los procesos de aprendizaje. Ante dicha realidad el sistema educativo enfrenta una serie de múltiples demandas sociales a las que no se ha podido dar respuesta, y hoy coloca a los actores de la escuela como responsables (alumnos, padres de familia y docentes) de los resultados educativos.

Considerando la complejidad con la que se visualizan los problemas educativos, pareciera que la escuela nace con la modernidad y constituye un reflejo del malestar social. Los alumnos se quejan de las actividades programadas por los docentes, los padres de familia consideran que la escuela es la responsable de la educación de sus hijos, los maestros anteponen el poco apoyo que reciben de los padres y el Estado concibe que la mejora de un modelo educativo se encuentra en la evaluación de los docentes.

En este sentido, ¿Quiénes son los responsables para atender las necesidades del sistema educativo? Independientemente de las acciones que se emprendan para atender las necesidades del proceso educativo, la educación tiene un sentido eminentemente humano y es más que una evolución de conceptos culturales y sociales de acuerdo al contexto.