“no se hizo y no se diseñó para castigar a los maestros”
Hace algunos días el SNTE organizó, el Coloquio Internacional por la Educación Pública, con el objetivo de contribuir al debate global sobre la educación pública de calidad y los derechos de los maestros, en dicho evento el actual titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, mencionó que dentro de la reforma educativa, la evaluación es el tema polémico, y que esta “no se hizo y no se diseñó para castigar a los maestros”.
Dicha frase me recuerda a las sanciones verbales que utilizaban los padres para reorientar las acciones de los hijos mal portados, “no te regaño para hacerte daño, te regaño por tu bien” “no te sanciono por desobedecer, sino para que sepas qué es lo que tienes que hacer” –como si el docente desconociera lo que le corresponde hacer en el aula- todo parece indicar que después de la tormenta, la intención de la SEP es regresar a la calma y establecer las bondades de una reforma llamada educativa considerando que “la evaluación no está hecha para correr a los maestros”.
La evaluación docente es un tema de controversia que de cierta forma valida una estrategia política, una noción que esgrime la cultura de aprobar mediante un instrumento aspectos abstractos de eficiencia y efectividad de un sistema educativo, si bien la evaluación docente es utilizada como justificadora de la toma de decisiones, al igual se concibe como una herramienta de control y fiscalización sobre la formación que brinda el estado para la formación inicial y continua de los docentes; sin embargo debe quedar claro que los aspectos que valora la evaluación docente se establecen en el marco de la política internacional y no en los factores que influyen para el desarrollo de un modelo educativo en la formación de docentes.
Se anuncia que el objetivo “no es correr maestros” sino saber qué están haciendo y en qué necesitan mejorar; como si la evaluación fuese determinante para definir, argumentar o justificar el cumplimiento de ciertas acciones que forman parte de la dinámica de las escuelas de educación básica, entre ellas el acatamiento de un programa de estudio, el desarrollo de actividades vinculadas con la sociedad, el desarrollo de acciones formativas en las que el contexto, así como el seguimiento a las tareas en los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
La evaluación no debe reducirse a demostrar o deducir quién realiza lo correcto, la práctica docente implica un grado de complejidad que no se reduce únicamente al grado de idoneidad de una reforma educativa.
¡Será que los docentes tienen que aprender que la reforma es por su bien!
Referencias
La Jornada . (7 de Septiembre de 2015). Para este gobierno la prioridad es la educación. La Jornada
SEP. (28 de Febrero de 2015). SEP. Obtenido de Sistema Nacional de Registro del Servicio Profesional Docente: http://servicioprofesionaldocente.sep.gob.mx/ba/parametros_indicadores/
SNTE. (4 de Septiembre de 2015). Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación . Obtenido de Coloquio Internacional por la Educación Pública: http://www.snte.org.mx/vernoticias.php?artids=9743&cat=39
Sverdlick, I. (2012). ¿Qué hay de nuevo en la evalaución educativa? Buenos Aires: Noveduc.