Día de 42, regreso a la realidad (la escuela)

El tiempo considerado como un espacio entre los acontecimientos sociales, una separación en la que medimos las actividades que dan pauta a lo establecido por el contexto cultural, social y legal; un momento en el que las acciones se validan y otras se transforman de acuerdo con las condiciones del entorno.

41 días de vacaciones, un periodo de tregua en el que el tema de conversación fue reconocido como un espacio de liberación, relajación, reposo, descanso, un momento diferente a las actividades cotidianas establecidas por la escuela llega a su fin; 41 días en el que la enseñanza no fue formal, donde los aprendizajes no son intencionados al desarrollo de competencias, un espacio para validar el contexto y romper con lo cotidiano de la escuela.

El pasado junio la SEP publico el comunicado 136 donde establece 200 días de clases en el que se trazan las buenas intenciones para el desarrollo de competencias en los alumnos según el sistema educativo; día 42 donde inicia la incertidumbre de padres, alumnos y maestros, fecha en donde las actividades se condicionan a un plan de trabajo, horario, reglas de estudio y tareas, día en el que todo gira alrededor de un interés particular que no propiamente es de los alumnos; la escuela obligada a enseñar información programada desde el primer día, condiciona la vida de los alumnos a momentos ajenos a su entorno, sitúa el espacio áulico a saberes complejos, implanta ideas descontextualizadas de la realidad de los alumnos.

Día 42 en el que las reglas de convivencia se transforman considerando lo informal como formal y viceversa, –en la casa se solicita a los hijos no hablar con extraños y en la escuela se les invita a relacionarse, estableciendo acuerdos colectivos con personas ajenas a su familia- con la intención de cumplir con un propósito delimitado por un modelo escolar.

En los primeros días de clase la escuela cuestiona los procesos de aprendizaje social e incluso los valora mediante un instrumento que diagnostica la consolidación de los adquiridos en la escuela 41 días atrás y entonces surge la pregunta ¿cómo podemos validar el aprendizaje que se generó fuera de la escuela? ¿Acaso no se generan aprendizajes, habilidades o competencias en vacaciones?

El aprendizaje se genera de forma integral, las características de las llamadas competencias se encuentran relacionadas a una práctica social con cierto grado de complejidad, el aprendizaje no se reduce a lo que se enseña en la escuela, ni la sociedad está obligada a manifestar una validación de lo aprendido en la escuela, en este sentido ¿qué aprendizajes se generaron durante 41 días de vacaciones para favorecer el trabajo en la escuela? Y ¿de qué forma la escuela tiene el derecho de valorar el aprendizaje que se generó en un periodo vacacional?

De cierta forma la incertidumbre del día 42, se concibe desde la intencionalidad que de lo que la escuela desea para la sociedad y de los aprendizajes, contenidos y desafíos no identificados de la sociedad en la escuela.