La práctica docente, un acto complejo.

La práctica docente es el actuar del educador a partir de acciones formativas que manifiestan un recorrido ontológico y epistemológico de su experiencia reflejada en el proceso educativo, es un periodo constitutivo de enseñanza, donde se establece un vínculo entre la teoría y la práctica implantado por la institución y validado por la sociedad, es un proceso de indagación sobre la información con la posibilidad de transformar el sentido de la realidad. La práctica docente por lo tanto es un acto complejo en la que se articulan aspectos de carácter social con mecanismos de poder y convencimiento social, en el que convergen una serie de intereses que le dan sentido y significado a la educación en el contexto y viceversa.

Los docentes actualmente se enfrentan al reto de construir un marco referencial intercultural, amplio y flexible ante las demandas de la sociedad, en el que se integren valores, ideas, tradiciones, formas y costumbres las cuales permitan la reorganización de la información contextualizada que posibilite el conocimiento en el alumno de acuerdo a las características de su entorno y no solo los aspectos concretos que plantean los programas de estudio, en este sentido, si únicamente atendemos los propósitos educativos que plantea el estado, dejaríamos aún el recorrido histórico y cultural del contexto y con ello la buena intención de generar una educación inclusiva, reduciendo a la práctica docente a un modelo educativo generacional ya conocido, la docencia se realiza con el actuar de sus habitantes, en un contexto institucional configurado por rutinas, creencias, hábitos, etc., en conjunto de acciones que permiten dar sentido y significado a la escuela.

La práctica docente no se reduce a un acto inmediato, se edifica en un núcleo de marcos de referencia y acciones en el contexto, donde la condición de la naturaleza es inherente al modelo docente.