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La escuela, realidad o relatividad de una organización.

Jesús Andriano


La dinámica en una escuela da pauta a dimensionar el rol la organización como una manifestación de la incompatibilidad entre lo general y lo específico en cada una de las actividades que se realizan, es dimensionar lo práctico como relevante y lo teórico como elemento ajeno a lo relativo de la misión. Si consideramos que en una organización todo se da por causa y efecto como en la física, sería ilógico pensar que dentro de una organización los aspectos gravitacionales que circulan alrededor de ella, se asocien a la realidad de su misión o la relatividad de sus acciones.

Si bien la escuela se convierte en un centro gravitacional en donde todos son parte de lo construido y lo organizado para los alumnos, entonces la dinámica de la escuela se delimita por los intereses de los agentes internos y externos, por las acciones y actitudes del rol social en la organización, existen aquellos que hacen de manifiesto su desencanto por el cumplimiento de un objetivo, manifestando un simple, no pasa nada, todo está en orden y bajo la marcha; otros bajo la idea de, ¿cómo? no me toca, no me afecta, así como aquellos, que lo tienen que hacer porque no hay de otra; si bien la realidad en los grupos sociales se caracteriza por ser abstracta, la organización en una institución no puede ser ente abstracto que se configure en el oscurantismo, como si la veracidad de las acciones permitieran el beneplácito general, como si la información fuese una determinante para algunos y una condicionante para otros.

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La información permite la validación de lo realizado, la desinformación da pauta al descontrol de lo establecido, la realidad permite la configuración de lo relativo, mientras que la relatividad perturba el sentido estricto de lo organizado; por lo tanto la organización pierde veracidad al depender de la actuación de quienes figuran como representantes de lo establecido.


La organización no solo debe limitarse a la direccionalidad de lo establecido, la organización tiene que dar pauta a lo relativo de los factores sociales reconociendo que el ser humano tiene la facultad de pensar, de crear, de disentir, de educarse, de poseer una visión distinta del mundo que lo rodea. Es un hecho que algunas organizaciones se mantienen con esquemas rígidos, el factor productivo es lo esencial, la comunicación se limita a instrucciones sobre la tarea y la normativa como sinónimo de congruencia entre lo deseado y lo establecido; si bien la realidad se determina en cada una de las acciones, el sentido de las misma pierde la esencia, al convertirse en actos secuenciados para dar cumplimiento a lo inmediato y no a lo requerido. El problema en la organización no es la realidad, no es lo relativo de la dinámica existente, el problema es la congruencia entre el actuar y hacer, entre el permitir y validar, la incongruencia es sinónimo de caos, el caos trastoca los sentidos y trasforma el cumplimiento de los propósitos, será que el fin justifica los medios, será que el fin está más cerca de lo establecido o que la congruencia de la organización, se encuentra por encima de la realidad y no en el sentido de las acciones.


Lo de menos es hacer lo demás, pues ahí se va…

Referencias

MORÍN, Edgar. La mente bien ordenada. Editorial Seix Barral. Barcelona, 2000.

TERREN, Eduardo. Educación y Modernidad, entre la Utopía y la Burocracia. Barcelona, Editorial Antrhopos. Universidad de la Coruña, 1999.

ZEMELMAN, Hugo. Necesidad de Conciencia: Un mundo de Construir Conocimiento. México: Colegio de México, Escuela Superior de Michoacán, Universidad Veracruzana. Editorial Anthropos, 2002.


Voces Normalistas

 
La transformación del contexto educativo
 
"Los educandos en la actualidad son supeditados a los medios de información y comunicación, se comportan como  un  simple espectador, sometidos al medio de  dominación de masas."
 

Educación Futura

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